lunes, 4 de enero de 2010

Tumoral

( puede leerse junto o separado)

Por José Carlos Escudero, médico sanitarista

El mundo de la salud también se ha globalizado. Algunos de los acontecimientos significativos para la salud argentina que sucedieron en el año 2009 se han originado fuera de nuestras fronteras.
1) La gran crisis económica mundial , la peor en 80 años. Se originó en Estados Unidos, una enorme burbuja financiera desregulada que estalló y que deja innumerables secuelas, entre ellas en la salud , donde ya antes de la crisis tenía el sistema de salud más caro, ineficiente y corrupto del planeta y que ahora se agravó, conjuntamente con el aumento de la pobreza, de la desnutrición y del desempleo en el resto del mundo. La falta de trabajo genera enfermedades físicas y además daños en la salud mental: miedo, incertidumbre, desvalorización personal .
En Argentina conocemos bien esto, sucedió en nuestro país después del estallido de la propia burbuja neoliberal en el 2001.
En Argentina estamos hasta cierto punto zafando de: por ejemplo nuestro desempleo aumentó el 10%, mientras que el de Estados Unidos y España se duplicó.
2) Un gran susto epidemiológico con poco fundamento: la pandemia (epidemia de alcance planetario ) de gripe porcina. Haciendo cuentas, esta nueva gripe mata menos que la convencional, pero se hizo una alharaca mediática, de la cual se aprovecharon fabricantes privados de medicamentos y de vacunas . En nuestro país aparecieron supuestamente de la nada mil millones de pesos que aparentemente no existían, y que el gobierno usó para comprar (y luego regalar a la población ) medicamentos antivirales. Hubiera dado mas prioridad a gastar este dinero aumentando la oferta estatal gratuita de salud para todas las enfermedades, combatiendo la pobreza que mata tanta gente, o intentando estimular la fabricación pública de medicamentos y vacunas contra la gripe.
3) El poco entusiasmo del Estado (Nacional y Provincial ) en cuidar la salud colectiva de la población.

En otras áreas el Estado Nacional ha sido activo. Es irónico que una significativa y costosa, (casi el 1% del Producto Bruto Interno) medida de justicia social que mejorará nuestra salud infantil, preescolar y escolar, la Asignación Universal por hijo, no se haya originado ni se administra en el Ministerio de Salud Nacional
4) Nuestra vergonzosamente alta mortalidad infantil y materna: tenemos el doble de la mortalidad infantil de Cuba o de Chile, cinco veces mas mortalidad materna que en los países mas adelantados. Esto ocurre todos los años, ante el silencio de los Medios masivos de comunicación ( excepto para escandalizarse con algún caso aislado ) y de la clase política.

5) Un Estado que no controla o controla poco áreas de alto gasto sanitario y de mucha corrupción o ineficiencia: la industria farmacéutica, las pre-pagas , las Obras Sociales.
6 ) La epidemia de dengue,la endemia de Chagas . La primera, inflada mediaticamente, a expensas de problemas de salud muy peores, como lo es la segunda. Ambas son indicadores de descuido preventivo, de daño ecológico, de la pobreza de quienes conviven con la basura o viven en casas inhabitables y más vulnerables. 7) La casi inexistencia de Medios de Comunicación que hagan educación sanitaria en serio. Que no se dediquen a hacer terrorismo epidemiológico para vender mercancías o servicios comerciales, en su mayoría inútiles y a veces activamente perjudiciales para la salud. Esto se nota especialmente en la televisión.
8 )Una medida en salud que no se profundizó: el estímulo a la fabricación pública de medicamentos. Un tercio del gasto total en salud se destina a medicamentos, suma y porcentaje altísimos que se observan en muy pocos países. Si parte de este dinero se destinara a la salud que realmente sirve, nuestra lamentable epidemiología mejoraría.

El Estado debe regular severamente un mercado que se guía por la búsqueda de beneficio, además de estimular (con una inversión que puede ser pequeña)

que diferentes organismos de la sociedad: Universidades, provincias, Fuerzas Armadas , municipios y hospitales, para que fabriquen medicamentos, cuya calidad promedio es superior a la de los que ofrece la Industria farmacéutica y más económicos.

La Industria teme esto, porque aparecen “precios testigos” de su hiperbeneficio. Algunos pocos síntomas durante 2008 de que nuestro Estado haría esto se desvanecieron durante 2009.

9) Ciertas medidas de salud tomadas en 2009, de tipo institucional, ( políticas de vacunación más extendidas, más educación sanitaria en caso de epidemias, creación de nuevos institutos, estímulo a la fabricación de nuevas vacunas, el aumento de investigadores y sus salarios, en áreas de las ciencias de la salud) son en sí dignas de aplauso, o por lo menos no generadoras de críticas, pero son fundamentalmente irrelevantes ante el “núcleo duro “ de nuestra mala salud en 2009, que se puede leer en las frías cifras demográficas que aparecen en los Anuarios o en Internet.

En primer lugar de una larga lista, los miles de niños muertos en el 2009 que podrían estar con vida si se hubieran tomado ciertas medidas elementales bien conocidas, económicas, y son “mano de obra intensivas “ , con lo cual dan empleo a muchos trabajadores: las que provienen de la Atención Primaria de salud; la oferta universal de agua potable domiciliaria; la buena nutrición.

En segundo lugar, 4/5 partes de nuestras muertes maternas son evitables. Para casi erradicar este horror, es fundamental despenalizar el aborto, ofreciéndolo gratuitamente en un ambiente médico adecuado. El aborto es un trauma severo, ojalá que no existiera.

En tercer lugar, cerrando aquí una lista que es mucho mas extensa, la escasa oferta de salud gratuita por el Estado hace que nuestro sistema de salud pública esté colapsado; no solo no aguanta más epidemias, ni siquiera aguanta la cotidianidad.

El Estado distraído debe responsabilizarse de este presente y del futuro, financiar una salud de fácil acceso y desmercantilizada. En este sentido el 2009 fue otro año perdido.

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