lunes, 2 de mayo de 2011

Hay sucesos en la vida que no se pueden relativizar.


Psicología

Relativizar éxito y fracaso, una clave para alcanzar la felicidad

Son buenos o malos. Otros, en cambio, pueden dar más o menos felicidad dependiendo del contexto y de nuestra actitud. En un nuevo estudio, se ha analizado el fenómeno.


Los buenos resultados tienen un valor relativo y otro absoluto, y eso afecta a nuestro nivel de felicidad; así resume la cuestión Karim S. Kassam de la Universidad Carnegie Mellon, quien realizó el estudio en colaboración con Carey K. Morewedge de la misma universidad, Daniel T. Gilbert de la de Harvard, y Timothy D. Wilson de la de Virginia.

En la investigación se ha corroborado mediante experimentos en los que los sujetos podían ganar pequeñas cantidades de dinero en sorteos, que cuando alguien se convertía en "el ganador" (es decir, obtenía lo mejor, en comparación con todas las demás alternativas, como por ejemplo si ganaba el Primer Premio en un sorteo) se sentía feliz sin que importase mucho el valor absoluto del premio conseguido.

Tener un empleo mal pagado cuando la gente de nuestro entorno tiene uno bien remunerado, nos hace sentirnos infelices. Pero si la gente de nuestro entorno resulta que está en paro, ese mismo empleo nos hace sentirnos felices.

Expresado en cifras, se podría decir, en otro ejemplo, que ganar 50 cuando podríamos haber ganado 30 es un éxito y nos hace felices, mientras que ganar 50 cuando podríamos haber ganado 70 es un fracaso y nos hace sentir infelices, a pesar de que, objetivamente, hayamos ganado lo mismo en ambos casos.

La clave está por tanto en ser capaces de ver el resultado desde la perspectiva que nos haga ser más felices. En algunos casos, fijarnos sólo en la cifra de 50. En otros, hacer más hincapié en que hemos obtenido la cifra más alta posible. Hay gente a la que le cuesta adoptar esta estrategia, pero otras personas son hábiles usándola.

Los "ganadores" (quienes obtienen la mayor de dos sumas posibles de dinero, como en el ejemplo numérico) tienden a sentirse más felices que los "perdedores" (quienes obtienen la menor de dos sumas posibles de dinero). Sin embargo, tal como se constató en los experimentos, los "ganadores" se sentían igual de felices con cualquier premio, mientras que la felicidad de los "perdedores" dependía de la cuantía del premio.




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