martes, 20 de septiembre de 2011

Humor grueso para los ginecólogos

Por: Carmen Morán



La Sociedad Española de Obstetricia y Ginecología (SEGO) publica periódicamente en su revista electrónica unas viñetas de las que se encarga el doctor Javier Server Gozálbez, del Servicio de Ginecología del Hospital de Gandía. Si se atiende al nombre de dicha sección, consideran que lo que en ella se publica es humor. Y bajo ese epígrafe, Un toque de humor, se ve, por ejemplo, el dibujo de una mujer despampanante que no entiende cómo a otras dos, menos agraciadas, su médico no les hace las citologías tan frecuentemente como a ella. En otra de las viñetas aparece el cuerpo entrado en carnes de una señora en la vulnerable posición de una camilla ginecológica; el ginecólogo que la va a atender hace unos comentarios a sus colegas como si se fuera a enfrentar a una vaca en lugar de a una mujer. Las viñetas han levantado las críticas de algunas organizaciones como la de El Parto Es Nuestro, que lamenta que la SEGO de cabida a semejante humor en su revista.

Sin embargo, dicen, no les sorprende. Esta asociación, que ha colaborado con el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad en ocasiones, cuando se diseñaron protocolos para humanizar el parto en España, dice en su blog lo siguiente: "Sabemos que para muchos ginecólogos nuestros derechos, nuestras necesidades y el respeto por nuestros procesos fisiológicos están por debajo de sus prioridades. Sabemos también que no son todos; que existen excelentes profesionales que día a día trabajan por mejorar la atención a las mujeres. Por eso nos parece inadmisible que se publiquen tan grotescos dibujos con semejante desprecio".

Desde El Parto Es Nuestro, opinan que estas viñetas muestran una imagen femenina "basada en estereotipos machistas y misóginos. Se muestra a la mujer como un ser inferior, poco inteligente, de aspecto abandonado. Se ridiculiza a mujeres gordas, prostitutas, de avanzada edad o de bajo nivel socioeconómico y cultural". Tampoco parecen las viñetas muy de acuerdo con algunas recomendaciones de la OMS sobre los partos, para que estos sean lo más humanizados posible. En el protocolo que diseñó el ministerio con numerosos expertos de diversos hospitales y organizaciones se pedía que las intervenciones médicas en los partos fueran solo las precisas y siempre tras haber informado a la madre convenientemente. Este tipo de partos no parecen gustar mucho al doctor Server. En una de las viñetas presenta a dos mujeres llenas de dolor esperando el alumbramiento mientras un médico se toma unas copas y se fuma un cigarrro repantigando en un sillón. "Es nuestro experto internacional en parto no intervenido", se mofan dos sanitarios a su lado.

Algunas viñetas, solo hay que verlas, recuerdan un humor, si es que lo es, más propio de hace décadas que actual, desde luego. Y si no mueven a la risa, sí ejercen un poderoso efecto inmediato: se te quitan las ganas de volver al ginecólogo en toda tu vida. No puedes evitar verle reírse con sus colegotes en el bar minutos después de que una haya descolgado las piernas de ese sitio.

No hay comentarios: