La "codicia" de una empresa española mató a 500 pobres, según la Seguridad Social de Panamá
Recurso ante el Tribunal Constitucional del archivo del caso del jarabe asesino
JOSÉ MARÍA IRUJO .

Adolfo Nieto recibe diálisis en su casa; es uno de los afectados por el jarabe envenenado en Panamá.- E. MARTÍNEZ (AFP)
La Seguridad Social de Panamá (Caja de Seguro Social) señala a la "codicia" de los directivos de una empresa española como causante de la muerte de medio millar de personas y del envenenamiento de miles al ingerir un jarabe para la tos que las autoridades sanitarias repartieron gratis por las zonas más pobres del país. La Caja de Seguro Social apunta como responsable del envenenamiento masivo a la empresa española Rasfer Internacional SA, con sede en Barcelona, en el recurso de amparo presentado ante el Tribunal Constitucional contra el auto de la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional que aprobó el archivo de la causa decidido por el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno.
Delfín Mújica, de 76 años, es una de las últimas víctimas reconocidas del jarabe asesino, desde que se detectaron los primeros casos en 2005. Falleció el pasado mes de julio en un hospital privado de Chiriqui (Panamá). Según sus familiares ya no toleraba la diálisis. El archivo de la causa en España ha provocado la indignación de las víctimas que se han manifestado frente a la embajada de España y el edificio de la Presidencia de la República.
Rasfer Internacional SA compró en China 9.000 kilos de glicerina y la exportó a la seguridad Social de Panamá que en su propio laboratorio elaboró 216.685 frascos de jarabe para la tos. La glicerina contenía un porcentaje elevado de dietilenglicol tóxico para consumo humano, un alcohol de uso industrial utilizado como refrigerante y líquido para los frenos. En la cadena de intermediarios desde China a Panamá nadie paralizó el envío o advirtió del peligro pese a que el producto llevaba la etiqueta TD de uso industrial, no apto para consumo humano.
"Como en el caso de la colza española, con el cual guarda un innegable paralelismo, el origen de todo estuvo, como suele pasar, en la codicia humana de los directivos de una empresa española, Rasfer Internacional SA, quienes para incrementar sus beneficios exportaron a la sanidad panameña glicerina solicitada por Panamá para fines farmacológicos pero comprada en China por Rasfer para uso industrial (más barata) a sabiendas de su destino final para el consumo humano en medicamentos", señala el recurso.
"Es evidente que Rasfer no sabía que la glicerina TD comprada en China, no apta para usos farmacológicos, contenía dietilenglicol, pero causaron una masacre en Panamá al cometer un fraude entregando glicerina industrial TD a la importadora panameña cuando se les pidió glicerina farmacológica CP. Por mucho menos los aceiteros de la colza fueron a la cárcel", añade el escrito de 36 folios presentado por los abogados Jaime Ingram y José Luis Mazón, representantes de la Caja de Seguro Social de Panamá que se considera perjudicada y actúa en el procedimiento español como acusación particular. La Seguridad Social de Panamá destaca que ha "asumido altísimos costes sociales y económicos" derivados de la muerte y lesiones del jarabe asesino en sus asegurados.
La Caja de Seguro Social de Panamá critica el archivo de la causa por la Audiencia Nacional, lo califica de "simulacro de Justicia"y asegura que se ha enmascarado "las evidentes responsabilidades de los directivos de Rasfer convirtiendo lo importante (que Rasfer sabía que lo enviado por China era glicerina TD o industrial) en nimio, y lo nimio (que Rasfer no estaba obligada a analizar los bidones de glicerina) en importante, observando una especie de obstinada y continua negativa a investigar o a practicar pruebas pertinentes o razonables para el esclarecimiento de los hechos como manda la ley".
El organismo panameño solicita el Tribunal Constitucional que se practique una comisión rogatoria a China para esclarecer todas las circunstancias del pedido de Rasfer Internacional y recoge las declaraciones de un viceministro chino que aseguró que Rasfer fue informada por correo electrónico "de que la glicerina contratada no estaba autorizada para uso farmacológico en China". "De haberse investigado y verificado ese extremo estaríamos ante un delito doloso y no meramente imprudente, un concurso de estafa y delitos contra la vida".
El juez Ismael Moreno sostiene en su auto de archivo que Rasfer no tenía obligación de reanalizar la mercancía y el magistrado Enrique López de la Sala de lo Penal responsabiliza en su resolución al grupo panameño Medicom que encargó la glicerina a Rasfer y sustituyó el etiquetado de la mercancía.
Pese a que las autoridades de Panamá solo han reconocido, hasta el pasado mes de julio, la muerte de 171 personas, el recurso de la Seguridad Social panameña eleva la cifra a 500.
Pacientes por el dietilenglicol
Afectadas otras mil 155 personas por medicinas envenenadas en Panamá

Una fiscalía especial recibió más de 830 denuncias de personas que consumieron los medicamentos. ESPECIAL
- Medicamentos contenían el tóxico dietilenglicol, utilizado como refrigerante en radiadores de autos
Hasta el momento se han contabilizado 130 muertes por esa causa
El fiscal Dimas Guevara señaló a la radioemisora local RPC que pruebas realizadas el año pasado a 19 cajas con frascos de medicina recogidos a pacientes en 2006 -cuando estalló la crisis-, revelaron que contenían el tóxico dietilenglicol.
En octubre de 2006, las autoridades confirmaron que medicinas elaboradas por la Caja de Seguro Social (CSS) estaban contaminadas con ese tóxico, utilizado como refrigerante en radiadores de autos.
Aunque una fiscalía especial recibió más de 830 denuncias, sólo confirmó como oficiales 126 fallecimientos y 57 sobrevivientes, por lo que Guevara consideró la posibilidad de que quienes hayan tomado esas medicinas no sepan que están enfermos o quizá hayan muerto.
El funcionario exhortó a posibles afectados a presentarse al Ministerio Público para determinar si están en el listado y en ese caso presentar la denuncia correspondiente.
El caso volvió a adquirir relevancia luego que la Corte Suprema de Justicia determinó en agosto pasado retornar el expediente a la Fiscalía.
Hasta el momento sólo ha sido apresado el dueño de la empresa que sirvió de intermediaria de la CSS ante la firma española Rasfer para pedir glicerina, ya que en vez de ese producto, lo que llegó desde China fue el tóxico dietilenglicol.
CRÉDITOS:NTX / LNVG
El Informador

El grupo llegó a los predios de la Embajada a protestar por la decisión de los Magistrados españoles de dejar libre de toda responsabilidad a la empresa Rasfer Internacional, que vendió los bidones de supuesta glicerina a Medicom y que terminó siendo el mortal dietilenglycol. Pero cuando intentaron entregar una nota, les cerraron las puertas.
La protesta subió de tono y las víctimas y sus familiares cerraron la Avenida Perú.
Después de cerca de media hora de cierre, diplomáticos de la Embajada accedieron a recibir la nota. Sin embargo, la situación fue calificada de injusta por parte del Comité por los Derechos Humanos de Panamá, (COPODEHUPA) y por las personas afectadas con el dietilenglycol que protestaban.
Luego de entregar la nota donde las víctimas se refieren a su inconformidad con liberar de culpa a Rasfer, la vía fue despejada.
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