martes, 1 de noviembre de 2011

FANTASÍAS Y PELIGROS DE LOS REGÍMENES

"Las dietas de moda son como el elixir de la eterna juventud"


"Las dietas de moda son como el elixir de la eterna juventud"

Cada vez que se acerca el buen tiempo y queremos lucir nuestro cuerpo una especie de miedo escénico nos invade y multitud de dietas que hemos conocido por los medios de comunicación o por el boca a boca pasan por nuestra mente.

Mucha gente se ha sumado a la moda de dietas milagrosas que prometen perder peso en poco tiempo y sin dejar de comer. Sin embargo, pocos usuarios consiguen un resultado efectivo. ¿A qué se debe esto?

Un ejemplo de esta moda de los regímenes es la tan traída y tan llevada dieta Dukan, que ha causado furor en los último tiempos. Jean-Michel Cohen, nutricionista francés de gran prestigio y autor del libro 1.800 calorías para ser feliz (Ed. Planeta), ha ganado a Dukan el litigio por difamación que mantenían después de que el primero afirmase que la dieta Dukan “era fantasiosa y peligrosa” porque “aumenta el colesterol, puede causar problemas cardíacos y cáncer de mama”. El problema es que el régimen tiene como objetivo “consumir a ultranza proteínas y ácidos grasos saturados”, lo que es “una verdadera destrucción alimentaria que provoca problemas de salud”.

El nutricionista francés afirma a El Confidencial que “lo único que funciona es lo que se llama un régimen equilibrado que ha permanecido en el tiempo, porque lo que hay que buscar en esto los golpes de efecto y encontrar algo que dure a lo largo de un período y que esté basado en el conocimiento y en la salud física de la persona”.

Según Miriam González, psicóloga, la mencionada dieta ha tenido mucha implantación en la sociedad y ha habido mucha gente que se ha sumado a ella porque había grupos que aseguraban que les funcionaba. Sin embargo, la psicóloga alerta del riesgo que conllevan este tipo de regímenes porque se deja al cuerpo sin nutrientes esenciales y anima a que la gente pida un seguimiento médico en estos casos.

González explica que entre los factores que más influyen para que se logre el éxito, una cuestión fundamental es “la conciencia que tenga la persona” a la hora de ponerse a régimen. Comenta que “la dieta debe propiciar el cambio de hábitos alimenticios porque si no engordamos cuando la dejamos”.

El problema es que la mayoría de la gente realiza dietas momentáneas y luego vuelve a hábitos alimenticios poco saludables, lo que tira por tierra lo conseguido.

Cohen confirma este aspecto psicológico de las dietas y asegura que, al menos, supone el 50 por ciento del esfuerzo que hay que realizar. La otra mitad de la carga estaría en el ejercicio físico y en el propio régimen.

Ante esto, el nutricionista expone que es muy fácil poner dietas a pacientes que no tienen ningún tipo de dificultades psicológicas, pero la cosa se complica y es mucho más difícil cuando hay factores psicológicos que entran en juego, sobre todo cuando hay que comprometerse con el ejercicio físico y con un cambio de hábitos nutritivos.

Cohen asegura que “todas las dietas y todos los regímenes son eficaces lo que pasa que no hay ninguno que sea definitivo”. Según éste, la gente se pone a dieta, hace el régimen, adelgaza y después de un tiempo vuelve a ganar peso, entonces decide hacer otra dieta distinta en vez de la primera. El problema es que con estas acciones no se consigue nada duradero.

Por todo esto, Miriam González recomienda a las personas con problemas para perder peso trabajar este asunto de forma más multidisciplinar, ya que actualmente sólo los trastornos graves de la alimentación se tratan con equipos médicos y psicológicos.

Dietas de moda

Jean-Michel Cohen explica que “todos los años aparecen dietas y famosos regímenes milagrosos, lo que pasa es que sale uno por año y no se mantiene demasiado tiempo”. La decadencia de estas dietas es igual de rápida. “Yo, desde que estoy trabajando en esto, he conocido muchísimas: la dieta de Mayo, de Montignac, The Zone, de Atking, la de Jennifer López... y otras muchas dietas milagro”.

Esta obsesión por la efectividad in situ es lo que hace sucumbir a gente, que luego ve cómo los resultados se pierden en pocos días. González asegura que el problema es que “es muy importante” para la gente ver resultados de forma rápida. También es determinante el grado de autosatisfacción, de control y de disciplina que la persona tenga.

Aunque la moda de las dietas viene de largo –uno de los primeros best-sellers fue en 1870 un libro de dietas- ahora se habla más de ellas. La cuestión es muy básica, los medios de comunicación amplían la información sobre el asunto y llegan a más gente. Pero no todo es culpa de la mediatización, sino que antes las dietas surgían por salud y ahora están más ligadas al culto al cuerpo.

El propio Jean-Michel Cohen asegura que las personas quieren ser hoy en día virtuosas en todos los sentidos, incluso en el culto al cuerpo. Cohen alude a que se tiene la idea de que si no estás gordo tendrás una mejor salud, pero, si encima estás guapo, resultarás perfecto en todo. Ante esto, la gente opta por la solución más fácil.

“Esto es igual que en el lejano oeste cuando llegaba una persona con su carreta y empezaba a vender el elixir de la eterna juventud”. Como hablaba muy bien, era la persona adecuada y mostraba una botella en la que ponía cosas que nadie entendía, la gente pensaba que lo peor que le podía pasar era que no funcionase, por lo que lo intentaban y acababan siendo engañados.

El dato más grave en este sentido es que, según la psicóloga, en la última década ha habido un despunte de los trastornos alimentarios y estos casos están a la orden del día en las consultas médicas. Por ello, hay que seguir unas pautas a la hora de realizar un régimen.

Consejos para seguir una dieta de forma efectiva

Miriam González considera que necesitamos prefijar el peso que queremos bajar. Si la cantidad es muy elevada, habrá que comunicarlo al entorno familiar para conseguir su apoyo, algo fundamental para que la dieta funcione. Por ejemplo, las dietas impuestas por los médicos para pacientes con problemas de salud suelen tener un respaldo de toda la familia, que acaba modificando sus hábitos alimenticios.

Otro factor importante es que la gente no haga sola la dieta. Hay que contar con un médico que nos realice un seguimiento y establecer unos objetivos realistas apoyados por los especialistas. Los plazos deben ser adecuados y la pérdida de peso debe ir ligada a la salud en todo momento. Lo más importante es el cambio de los hábitos alimenticios a unos saludables.

De todas formas, esta psicóloga alerta del peligro de patologizar todas estas conductas, ya que hacer una dieta de diez días no es un riesgo. Sí lo sería para la gente que está siempre pendiente de su peso o que vive haciendo dietas toda la vida.

Jean-Michel Cohen comenta que aunque hagamos más saludables nuestros hábitos, hay que intentar no cambiarlos en profundidad. “Hay que respetarlos y seguir comiendo lo que nos guste, manteniendo nuestras costumbres a la hora de comer y reduciendo ciertos factores como son las salsas que ponemos en la comida, la cantidad o el número de comidas que hacemos al día”.

Pero Cohen establece como “fundamental” el “respetarse a sí mismo a la hora de empezar un régimen, no quitarse el placer de comer y sobre todo no intentar luchar contra el hambre porque si pasamos hambre, éste siempre nos va a ganar y dejaremos el régimen”.

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