miércoles, 13 de junio de 2012

NO SE ACHICHARRE COMO UN BOLUDO

Diez consejos para ponerse moreno y no acabar sufriendo un cáncer de piel

Utilizar fotoprotectores biológicos, evitar las horas centrales del día y las lámparas de rayos UVA y comer tomates y zanahorias ayuda a conseguir un bronceado saludable

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Diez consejos para ponerse moreno y no acabar sufriendo un cáncer de piel
Con la llegada del calor, la ropa ligera se abre paso en nuestro armario y deja al descubierto nuestra piel blanca. A muchos les entran entonces las prisas por ponerse morenos y se dan baños de sol brutales y «a pelo» pensando que aceleran el proceso. Nada más lejos de la realidad. Lo único que consiguen es dañar su piel con una estupenda quemadura y acumular papeletas para un futuro cáncer de piel.
Ponerse moreno protegiéndose del daño del sol es posible, para eso existen las cremas solares, aunque algunos hagan como que no las conocen, y otras pautas que nos ayudarán a conseguir un color bonito sin poner en peligro nuestra salud. Atentos:
1.-Ponte el protector solar, factor mínimo 30, media hora antes de la exposición al sol. Hay que aplicarlo con generosidad y reponerlo cada dos horas y justo después de bañarnos o haber practicado ejercicio.
2.-Exponte al sol poco a poco y evita las horas centrales del día, entre las 12 y las 17 horas, ya que en ese momento los rayos son más oblicuos y la radiación infrarroja y ultravioleta es mayor.
3.-Elige fotoprotectores biológicos, que, además de bloquear los rayos solares, reparan el ADN dañado por la radiación ultravioleta que haya pasado a la piel. Aunque todavía hay pocos en el mercado, el doctor Julián Conejo-Mir, presidente de honor de la Academia Española de Dermatología (AEDV) explica a ABC.es cómo fabricar nuestro propio protector solar biológico en casa: «Por la mañana podemos aplicar una crema o serum de alta concentración de vitamina C y, sobre ella, cualquier protector solar factor 50. Los protectores reducen un 50% los radicales libres producidos por el sol, pero cuando lo asociamos a vitamina C a altas concentraciones, estos se reducen más del 90%».
4.-Potencia la ingesta de alimentos con betacarotenos y alfacarotenos, que protegen la piel de los daños solares e incrementan la formación de melanina. Para conseguir un bonito bronceado es más eficaz comer de forma habitual tomates, espinacas, lechuga, mango, calabaza o zanahoria que pasarse horas bajo el sol.
5.-Cuando vayas a la playa o a la piscina no te olvides la sombrilla, el sombrero y las gafas de sol con cristales homologados capaces de filtrar los rayos UVA y UVB. A los niños, además, protégelos con una camiseta seca y opaca porque si está mojada dejará pasar los rayos UV. No expongas directamente al sol a los menores de tres años.
6.-Sécate bien después de cada baño. El efecto lupa de las gotas de agua favorece las quemaduras solares y disminuye la eficacia de los protectores solares, aunque sean resistentes al agua.
7.-No solo hay que protegerse en la playa o la piscina, también puedes quemarte practicando actividades al aire libre. Aplícate la crema protectora cuando vayas en bici, a la montaña, pasees, hagas deporte o estés en el jardín.
8.-No te confíes porque el día esté nublado o ventoso, los rayos UV siguen ahí, por lo que hay que protegerse con la misma intensidad. Tampoco dejes de echarte crema porque estés moreno, la radiación solar continúa dañando tus células aunque no te quemes.
9.-Evita las lámparas de rayos UVA. Contribuyen a la aparición de cánceres cutáneos y aceleran el envejecimiento de la piel, advierten desde Hospitales Nisa.
10.-En caso de detectar alguna peca o lunar que pique, crezca, sangre o cambie de color, acude a la consulta de tu dermatólogo para que evalúe la lesión. En el cáncer de piel, el diagnóstico precoz es de vital importancia ya que se puede curar hasta el 95% de los casos.

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