'En Sanidad se han tomado decisiones temerarias'

- El presidente de la Asociación de Economía de la Salud habla sobre Sanidad
- Entre otros asuntos, critica la falta de transparencia del sistema
- Y que medidas como el euro por receta se han hecho sin consultar a expertos
Pregunta: Algunas sociedades
científicas han lamentado estos días no haber sido consultadas por el
Ministerio de Sanidad, o por la consejería, en el caso de la Comunidad
de Madrid, respecto a las medidas que se están tomando respecto a la
sanidad. ¿Es ese el caso también de la Asociación Española de Economía
de la Salud?
Respuesta: Efectivamente, mi
sociedad no ha sido consultada; y no digo que tenga que serlo, pero es
sorprendente que algunas sociedades se enteren por la prensa de lo que
está ocurriendo, por ejemplo en Madrid. Uno esperaría un contraste de opiniones, mayor implicación de los profesionales;
al menos que se conozca nuestro punto de vista para reducir las bolsas
de ineficiencia que tiene todo sistema de salud. Por muy eficaz que sea,
todo sistema de salud tiene esos puntos débiles, y el nuestro no es una
excepción.
P: ¿Cuáles son nuestras mayores debilidades?
'Es un sistema brillante en muchos aspectos y no especialmente caro'
R: Nuestro sistema se ha
caracterizado siempre por la brillantez de sus profesionales, y por una
calidad muy elevada. Es un sistema brillante en muchos aspectos y no
especialmente caro, gastamos lo que nos corresponde en función del PIB.
El problema es que a menudo se han tomado decisiones de gestión temerarias, basadas en la rentabilidad a corto plazo. Las buenas prácticas pasan por ser más transparentes y rendir más cuentas.
P: Uno de los argumentos que a
veces se esgrime, sobre todo en la Comunidad de Madrid, que se han
construido demasiados hospitales. ¿Qué opina?
R: Es difícil saber si existen
demasiados hospitales, precisamente por esa falta de transparencia. Sólo
una comunidad, Cataluña, hizo públicos en julio de 2012 sus datos sobre
resultados de calidad por centros; en qué hospitales los tiempos de
espera son más reducidos, cuál tiene mayor tasa de cesáreas o de
infecciones, menor riesgo de reingreso... Pero eso es una excepción. Todas las comunidades tienen los datos, pero si no los hacen públicos es por una cuestión política.
Y conocerlos no es una cuestión baladí. Algunos países, por ejemplo,
aplican unas normas muy explícitas para que un hospital deba tener un
volumen mínimo de cirugías cardiacas para poder tener ese servicio, por
ejemplo; es una cuestión de economía de escalas, porque los equipos que
operan mucho tienen mejores resultados.
P: Pero a veces es la propia población la que demanda tener un hospital con todos los servicios cerca de casa...
R: Pero ante las demandas
ciudadanas hay que ser sensatos y explicar que un servicio con poco
volumen, por ejemplo, puede estar poniendo en riesgo la salud de la
población.
P: Estos días que se habla tanto
de privatizar la gestión de los hospitales... ¿existen datos que
indiquen si un hospital privado es más barato que uno público?
R: En los últimos 15 años, España
ha sido un laboratorio de pruebas de todos los modelos de gestión
posibles; se han ensayado todo tipo de fórmulas de gestión: empresas
públicas, concesiones privadas, modelos de colaboración
público-privadas... Pero no hemos evaluado nada, de manera que toda la experiencia disponible no sirve de nada.
Si recurrimos a la literatura internacional sobre este tema podemos
concluir que no hay ninguna prueba científica de que la gestión privada
sea mejor que la pública, ni lo contrario. Porque no sólo depende de
quién paga, sino de la calidad, de que el control de la gestión sea
exquisito.
'Un copago reducido (como el euro por receta) no tiene efecto en la población sana'
P: ¿Qué opina del copago farmacéutico?
R: Aquí de nuevo vemos el
problema de una medida que se pone en marcha sin consultar a los
expertos ni atender las enseñanzas de otros países. Lo que nos ha
mostrado la experiencia internacional es que un copago reducido (como
puede ser el euro por receta) no tiene efecto en la población sana, que
simplemente hace menos visitas. Sin embargo, el problema es que sí afecta a los enfermos crónicos,
que son quienes más van al médico. Por eso, en lugar de pensar en un
sistema lineal, o basado en la renta, deberíamos pensar en algún sistema
que proteja a los enfermos con patologías crónicas; de manera que
reduzcas el consumo sanitario sin afectar a la salud.
P: ¿Usted es partidario de un
organismo similar al NICE británico, que evalúa la eficacia de los
medicamentos y la tecnología sanitaria antes de decidir si debe o no ser
financiado con dinero público?
R: Los especialistas en economía
de la salud somos partidarios de que la eficiencia sea una cuestión
relevante en la toma de decisiones; porque por una ganancia marginal no
podemos estar pagando seis o 10 veces más. Hablo de situacions donde hay
muchas alternativas de tratamiento, porque donde hay un solo
tratamiento disposible tenemos que pagar lo que sea necesatio, pero si
hay alternativas hay que decidir si destinar esos recursos a otras
áreas. El NICE británico es una posibilidad, pero países como Holanda,
Suecia o Alemania tienen otroas instituciones que también son usadas
para decidir sobre la financiación pública de los tratamientos. En
cualquier caso sí soy partidario de algún tipo de agencia autónoma que
rinda cuentas ante el parlamento, independiente y transparente.
P: Igual que ocurre en economía,
en sanidad parece que el ahorro únicamente puede obtenerse por la vía de
la austeridad; pero, ¿no hay inversiones capaces de ahorrar costes al
sistema?
'En nuestro país hay muchas medidas de salud pública paralizadas desde el año 2008'
R: Claro que sí, hay muchas
inversiones capaces de ahorrar a corto y largo plazo; y en nuestro país
hay muchas medidas de salud pública paralizadas desde el año 2008.
Reducir la sal en las comidas envasadas no cuesta nada y puede tener un
efecto en la hipertensión superior a muchas otras estrategias. Educar en hábitos de salud sólo tiene el coste de adecuar los planes de estudio;
mejorar la coordinación entre los sistemas sanitarios y de atención a
la dependencia puede tener un coste inicial, pero un gran ahorro
potencial. Éste es un buen momento para hacer algunas reformas
estructurales en nuestro sistema sanitario.
P: ¿Cuáles serían esas reformas en su opinión?
R: Como le decía, incorporar la
eficiencia; que la financiación sea por resultados y no sólo por
actividad, de manera que premiemos que las intervenciones se realicen
allí donde se hacen mejor...
P: ¿Pero eso no puede generar inequidades sociales, dejar a algunos territorios sin ciertos servicios...?
R: Existen mecanismos de
compensación para evitar la inequidad; pero desde luego lo que es una
desigualdad es que haya diferencias en los resultados. El principal cambio que requiere nuestro sistema de todos modos es cultural,
el más complejo y necesario de todos: establecer buenas normas de
gobierno, poner énfasis en la transparencia y en la necesidad de rendir
cuentas...
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