sábado, 23 de febrero de 2013


SEXUALIDAD | Disfunción eréctil

La impotencia sexual, mejor a cuatro manos

  • Es muy importante el rol que adopte la pareja para superar el problema
  • Los jóvenes acuden más a la consulta pero tienen más 'miedo'
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La disfunción eréctil (DE) es una de las patologías sexuales más frecuentes. Sólo en España la padecen más de dos millones de hombres, siendo el 40% mayor de 40 años. Pero no sólo la sufren ellos. También sus parejas, ya que es un problema que puede desencadenar fisuras y asperezas dentro de la relación. Por eso, el problema ha de ser tratado conjuntamente, porque la sexualidad, insisten los expertos, siempre es cosa de dos.
"Es muy importante el rol que adopta la pareja", asegura el doctor José Benítez Molina, director médico de Boston Medical Group. La pareja, dice, debe entender el problema, hacérselo ver a la otra persona y sobre todo, acudir cuanto antes al especialista, y además, juntos.
Así, "la disfunción eréctil se solventa de una forma más rápida y más satisfactoria si es a cuatro manos", añade Mª Fernanda Peraza Godoy, urólogo y andrólogo del Centro de Urología Andrología y Salud Sexual y autora del libro, 'Disfunción eréctil: un tema de mujeres'.

No sólo es cosa de la edad

La DE consiste en la dificultad para tener o mantener una erección. En el momento en el que haya, aproximadamente, entre unos cinco y 10 fracasos se debe acudir inmediatamente al médico. "Solo el 20% de ellos acude al especialista después de esperar una media de cuatro años", lamenta el doctor Benítez.
Además, explica que no se trata sólo de un problema relacionado con la edad ya que en España, según un estudio realizado por su centro médico, el 44% de los hombres que padece esta disfunción sexual tiene menos de 50 años. Eso sí, "a partir de los 60 años existe una prevalencia superior al 50%", expone por su parte la doctora Peraza.
La literatura científica ha demostrado que el 80%, aproximadamente, de las causas de este problema se debe a factores orgánicos (la diabetes, la hipertensión o los problemas vasculares son los principales) y el 20% restante a factores psicológicos. En los pacientes jóvenes, aseguran, es menos probable que exista un problema físico (pero no imposible).
"A los jóvenes les cuesta más enfrentarse a un problema de este tipo, a pesar de tener más información y una cultura sexual más liberal, tienen más miedos y temores porque piensan que a su edad no es normal tener esta patología", mantiene Benítez. En cambio, a una pareja más madura, que lleva muchos años juntos y que se conozca más, "les es más fácil afrontar esta situación". Pero, independientemente de la edad que se tenga, añade Peraza, la pareja debe tomar un papel comprensivo y de apoyo. Además, insisten en ver la sexualidad como un gran abanico de posibilidades donde se pueden experimentar muchas cosas.

Apoyo y empatía

Actualmente, manifiesta la experta, el porcentaje de mujeres que llaman para informarse sobre cómo proceder ante la pérdida de erección de su pareja o para pedir cita y acudir con ellos, ronda el 15% del total de llamadas recibidas sobre DE. Por otro lado, según los datos de una encuesta reciente, el 35% de los hombres entrevistados "no se mostraba partidario o no sabía si acudiría" con su pareja a la consulta si tuviera algún problema de este tipo. Sin embargo, en el 100% de los casos "es totalmente recomendable que acudan con ella porque ésta aporta mucha información", dice Benítez.
Además, los tratamientos son individualizados para cada paciente y por ello se debe abordar de forma particular, en cada contexto. La pareja, manifiesta Peraza, nunca debe culpabilizarse y debe rechazar frontalmente pensamientos automáticos tales como "tiene a otra" o "ya no le gusto" etc. La comunicación, dice, es clave, tanto para que el hombre se sienta apoyado y pueda liberar parte de la tensión y frustración, como para decidir de forma conjunta qué paso dar para solucionarlo.
La DE conlleva siempre una carga emocional importante y aparecen sentimientos de culpa o de inferioridad. "Hay parejas que recriminan y otras tantas, en nuestra experiencia, tienden a asumir la disfunción como propia, culpabilizándose por ello", admite esta experta. Así, una pareja que recrimina, culpa o incluso ridiculiza la falta de erección puede ser muy perjudicial para la resolución del problema. También culparse a una misma por la disfunción de la pareja no contribuye a solucionarlo. Por ello recalca, es fundamental "huir de la automedicación y sobre todo no caer en la resignación y acudir al especialista cuanto antes" y lo más importante: "adoptar una actitud de comprensión, empatía y apoyo".





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