jueves, 23 de enero de 2014

CALAVERA NO CHILLA

¿Eres gallo o búho? Tus genes determi-nan tus hábitos nocturnos.

Tengas la edad que tengas, serán tus padres -y su herencia genética- quienes te indiquen a qué hora has de irte a la cama

Algunos son madrugadores y diligentes y otros trasnochadores y fiesteros. Llegadas las once de la noche hay quien ya se encuentra en el quinto sueño y, en cambio, para otros comienza su pico elevado de actividad diaria. Tanto si eres perezoso y te cuesta levantarte temprano, como si te metes en la cama casi con las gallinas, puede que no sea culpa tuya, ni la de tu personalidad ni la de tu trabajo, sino la de tus genes.
Expertos de la Universidad de California certifican que nuestra composición genética podría determinar nuestros hábitos y ritmos diarios. En este sentido, el neurogenetista Louis Ptacek advierte de que «nos guste o no, nuestros padres nos dicen cuándo tenemos que irnos a la cama según los genes que nos dieron», tal y como publica la BBC.
De este modo, los científicos han descubierto la importancia de entender el cronotipo de una persona, esto es, la hora del día en que funcionan mejor. Todos tenemos un reloj interno que se reseta a diario por la luz y que está compuesto por miles de células nerviosas localizadas en el hipotálamo. Es aquí donde se controlan todo tipo de funciones corporales, desde la liberación de hormonas hasta la regulación de la temperatura.

Una mutación

Podríamos creer que desde que el día en la Tierra dura 24 horas, todos seguimos los mismos horarios y ritmos de vida. Pero eso no es así. Hay quien es más gallo y quien es más búho. Según la investigación de la Universidad de California, los familiares de los búhos y los gallos que presentan el Síndrome de la Fase del Sueño Retrasado (SFSR) y el Síndrome de la Fase del Sueño Anticipado (SFSR) tienen una mutación diferente en el mismo gen, cerca del cromosoma 2.
El doctor Louis Pateck estuvo estudiando esta enfermedad en el caso de Rick Neubig, un profesor de farmacología en Michigan con sueño anticipado. «Es más fácil para mí que para otros madrugar por las mañanas. En mi familia es muy común. Mi madre nos despertaba a las cuatro de la mañana para irnos de vacaciones y mi hija se levanta muy temprano para hacer ejercicio», confiesa Neubig.
Por su parte, el profesor Derk-Jan Dijk, jefe del Instituto de Investigación para el Sueño de laUniversidad de Surrey añade a este estudio: «Si tienes un reloj rápido, te gusta hacer las cosas temprano, si tienes un reloj lento, tu actividad será más nocturna».
¿Tú eres de los que dependen del despertador para levantarse? Pregunta a tus padres e identificarás qué ave eres.

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