jueves, 24 de abril de 2014

ME QUIERO MORIR CUANDO SE ME DE LA GANA,YO SOY EL DUEÑO DE MI VIDA

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Mitos de los Cuidados Paliativos (CP)


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Fernando Marín
Médico de ENCASA, especialista en Cuidados Paliativos  y presidente de DMD Madrid

Mito: Persona o cosa a las que se atribuyen cualidades o excelencias que no tienen, o bien una realidad de la que carecen (DRAE). Parte del sistema de creencias de una comunidad. Cuanto mayor número de mitos tiene una mitología, mayor es el desarrollo de las creencias de una comunidad. La mitología sustenta la cosmovisión de un pueblo (Wikipedia).
En el debate de la eutanasia existe un argumento reiterativo que consiste utilizar una reivindicación legítima, como es la universalización de los CP, para difundir la falacia de que CP y muerte voluntaria son opciones excluyentes, incompatibles o incluso contrarias. El 95% de los médicos opina que los paliativos no evitan todas las demandas de eutanasia (2002, CIS 2.451), sin embargo el eslogan de “sin paliativos para todos no procede hablar de eutanasia” (la coartada paliativa) se utiliza como un subterfugio para rehuir el fondo de la cuestión: ¿tiene derecho un ciudadano a solicitar ayuda para morir de forma libre y responsable en determinadas circunstancias de deterioro irreversible?
La razón fundamental de esta posición es la confusión entre creencias personales y objetivos profesionales. Demasiados equipos de CP están en manos de organizaciones confesionales, para las que la voluntad de morir es inaceptable, aún cuando se ajuste a la legalidad vigente (recordemos el caso de Inmaculada Echevarría). Diego Gracia, un referente de la bioética en el Estado, comentaba al respecto: “afortunadamente hoy ya no es así, pero en sus comienzos hubo en los cuidados paliativos un cierto fundamentalismo, que veía en ellos el modo de luchar contra la eutanasia. Eso es adulterar su esencia. Los paliativos aportan valor por sí mismos y no pueden verse como reacciones ante nada” (Boletín SECPAL 4, 2011).
Superado el carácter religioso de la etapa fundacional de los CP, hoy en día este falso dilema no existe, porque no se trata de elegir entre lo uno o lo otro, sino de disponer de los mejores cuidados, respetando la libertad de cada persona a elegir cómo y cuándo morir.
El problema es que en su particular cruzada contra la muerte voluntaria, a falta de argumentos, los fundamentalistas de la sacralidad de la vida, como la Organización Médica Colegial y la Sociedad Española de Cuidados Paliativos, distorsionan la realidad, forzando un discurso formado por ideas falsas o mitos de los cuidados paliativos.
Todos los equipos de CP se encuentran en ocasiones con síntomas graves que no mejoran de forma satisfactoria con ningún tratamiento (refractarios) o con una experiencia de sufrimiento que el enfermo vive como insoportable. Además, los CP no suelen resolver los problemas de muchos enfermos crónicos estabilizados o de muy lenta evolución y es en esas circunstancias donde aparecen la mayor parte de las demandas conocidas (…). La eutanasia ha de ser entendida como un acto excepcional (las personas no tienden a pedir la muerte) y justificado, únicamente, como último recurso, precisamente por su carácter radical y excepcional. Es inaceptable que se aplique la eutanasia si previamente no se han ofertado unos buenos CP, pero eso no significa que siempre y en todo momento los CP vayan a cubrir todas las necesidades de determinadas personas al final de la vida (…). Los CP ni pueden ni quieren caer en la omnipotencia de responder a todas las demandas y necesidades de los pacientes al final de la vida  (Barbero).
Obviamente cada cual puede pensar lo que quiera y defenderlo públicamente, como hace la asociación derecho a morir dignamente. El problema es que no es posible hacer un debate serio, basado en ideas, razones y hechos (ahí están los datos de más de una década de experiencia de Holanda y Bélgica) cuando, en lugar de admitir abiertamente que para algunos la disponibilidad de la propia vida es un pecado o una decisión inaceptable, se usan los CP como excusa, imponiendo a los pacientes este fundamentalismo basado en las creencias personales del médico.
¿Cómo? Mediante los siguientes mitos de los CP:
  1. Con CP no se sufre.
  2. La sedación es un tratamiento exclusivo de la agonía.
  3. Los CP son el antídoto de la eutanasia
  4. Los CP son una especialidad médica.
En próximas entradas iremos hablando de cada uno de ellos.

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