jueves, 17 de septiembre de 2015


Bonobos y chimpancés disfrutan de los cortos de ficción

Los grandes simios saben distinguir una buena película de suspense

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¿Quién no recuerda la escena de la ducha de Psicosis o cuando una espeluznante criatura sale del vientre del actor John Hurt en Alien: el octavo pasajero? Esta capacidad de recordar y anticipar acontecimientos impactantes en la pantalla no es única de los seres humanos. Un equipo de científicos ha demostrado que bonobos y chimpancés poseen también estas habilidades.
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/ Fumihiro Kano y Kumamoto Sanctuary, (Wildlife Research Center, Universidad de Kyoto).
Científicos de la Universidad de Kyoto en Japón han realizado un estudio con chimpancés y bonobos que demuestra que son capaces de anticipar y recordar acontecimientos impactantes que ven en una película, incluso cuando han visto la escena una sola vez. El artículo se publica en la revista Current Biology.
Ya se sabía que los grandes simios tienen excelentes habilidades de memoria a largo plazo
"Cuando ves un evento impactante y emocional en una película, te acuerdas y más tarde, al ver la misma película, se anticipa el evento", dice Fumihiro Kano de la Universidad de Kyoto y coautor de la investigación.
Ya se sabía que los grandes simios tienen excelentes habilidades de memoria a largo plazo. Sin embargo, la mayoría de los estudios que se habían hecho hasta el momento eran con pruebas de alimentos en los que se les ocultaba y después se esperaba para que los recuperaran. Nadie había probado si también podían recordar eventos con solo verlos en otros contextos.
"Gracias a un reciente avance en la tecnología de seguimiento ocular podemos examinar la capacidad de anticipación de los grandes simios mientras ven una película a través de 'miradas’ de anticipación de los acontecimientos inminentes", apunta el investigador.
"Gracias a un reciente avance en la tecnología de seguimiento ocular podemos examinar la capacidad de anticipación de los grandes simios mientras ven una película"
Para averiguarlo, los científicos grabaron dos cortometrajes protagonizados por ellos mismos, y luego se los mostraron a seis chimpancés y seis bonobos, a la vez que se les hacía un seguimiento de sus movimientos oculares, que se rastrearon de nuevo 24 horas más tarde.
En una película, se ven dos puertas idénticas y una persona agresiva disfrazada con un traje de mono sale de una de ellas. En la otra, se ven dos objetos y un actor humano coge uno de ellos y ataca con el artilugio al hombre caracterizado de mono. El experimento consistió en mostrar a los simios ambos cortometrajes.
Los simios se entretienen con las películas
Los datos del seguimiento ocular mostraron que los animales anticiparon lo que iban a ver después de verlas una sola vez. En un segundo visionado de la primera película, los simios dirigieron su atención a la puerta donde sabían que la persona vestida como un simio iba a aparecer.
Asimismo, mientras vieron la segunda película de nuevo, los animales parecían esperar que se utilizase el objeto que sabían que pronto iba a ser utilizado como arma, incluso cuando ese artefacto estaba colocado en un lugar diferente de la primera vez.
Algo más sorprendente e interesante es que los simios parecían realmente disfrutar de los cortos
Los resultados muestran que los grandes simios codifican la información de la película en su memoria a largo plazo y más tarde usan esa información para anticiparse a los acontecimientos que estaban a punto de suceder. Esa memoria se refleja en los ojos de los simios.
Algo más sorprendente e interesante es que los simios parecían realmente disfrutar de los cortos. "Les estábamos dando zumo mientras les enseñábamos los vídeos", dice Kano, "pero algunos de ellos incluso se olvidaron de beber el zumo y se quedaron mirando la película".
Ahora, los científicos planean utilizar esta técnica de mirada de anticipación para examinar otras funciones que requieren altas capacidades cognitivas en los simios como entender creencias, deseos, intenciones y perspectivas que difieren de los suyos.
Referencia bibliográfica:
Fumihiro Kano et al. Current Biology http://dx.doi.org/10.1016/j.cub.2015.08.004 

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