¿Bóxer o slip? la pregunta típica que ahora, por fin, tiene respuesta. A pesar de lo que algunos creen, esta no es una cuestión de moda, si no de salud reproductiva. La revista científica Human Reproduction nos otorga la solución al dilema gracias a la investigadora Lidia Mínguez. La alicantina, que actualmente trabaja en el Departamento de Salud Ambiental de la Universidad de Harvard, realizó un estudio sobre 656 pacientes con problemas reproductivos.

Este estudio ha conseguido demostrar que el uso de slip empeora significativamente la calidad del semen y provoca un descenso del 25% en su concentración. Por el contrario, los hombres que usan boxer tienen un 17% más de esperma y un 33% más de espermatozoides ‘nadadores’en una eyaculación.

Los beneficios del uso del bóxer ya eran conocidos anteriormente, sin embargo, este es el estudio más amplio sobre el tema y ha develado algunos datos desconocidos hasta el momento, como que el cuerpo intenta compensar la baja calidad del semen del usuario de slips produciendo en mayor medida la hormona FSH, encargada de producir mayor cantidad. Según Mínguez este "es un mecanismo compensatorio que no se había descrito hasta ahora”.

Tampoco jacuzzis o ciclismo habitualmente

En consecuencia, si uno desea mantener o aumentar su fertilidad, es recomendable evitar ciertos hábitos como la utilización de slip, bañarse en jacuzzis o practicar ciclismo habitualmente. La explicación se encuentra en la temperatura óptima para los testículos. El esperma moriría a los 37º C de nuestro cuerpo, "esa es la razón por la que los testículos están fuera, para poder estar a dos grados menos", asegura la investigadora. Por ello, cuanto más ajustado es un calzoncillo peor resulta para la calidad del esperma.

Pero Mínguez puntualiza: "Hablamos de probabilidades, puede ocurrir perfectamente que llegue la persona con los calzoncillos más apretados del mundo y un superesperma". Además, la alicantina evita el alarmismo con un dato apenas conocido para la mayoría de las personas: "La espermatogénesis tarda alrededor de tres meses, por lo que basta ese tiempo para revertir el efecto perjudicial de los mismos".

Otras investigaciones sobre el semen

Lidia Mínguez trabajó en Murcia antes de trasladarse a los Estados Unidos. Allí se quedó horrorizada al descubrir, a través de la investigación de su tesis doctoral, que la calidad del semen de los jóvenes murcianos es “catastrófica”. Cinco años después continúa trabajando para solucionar la falta de concienciación: "En ese primer estudio, los participantes me decían: 'A mí no me digas mis resultados, que me rayo'".

En otra investigación reciente, la investigadora ha demostrado los beneficios del consumo de pescado para la calidad del semen a pesar de la alta concentración de emrcurio en algunos pescados contaminados: "Es porque los beneficios del omega 3 del pescado superan a los perjuicios del mercurio".

Actualmente, Mínguez continúa estudiando desde Harvard la relación de distintos químicos con el estilo de vida y la dieta.