Todos los métodos que utilizan las farmacéuticas para frenar la entrada de genéricos en el mercado
Los laboratorios piden nuevas patentes para un medicamento antiguo
aplicando pequeños cambios, sacan genéricos propios o pagan a terceros
para que no compitan
La Comisión de la Competencia planea estudiar el sector al sospechar que se dan estrategias dilatorias amparadas por la regulación
"El mercado de los fármacos es un monopolio donde los laboratorios marcan los precios", dice la directora de Salud por Derecho, Vanessa López
La Comisión de la Competencia planea estudiar el sector al sospechar que se dan estrategias dilatorias amparadas por la regulación
"El mercado de los fármacos es un monopolio donde los laboratorios marcan los precios", dice la directora de Salud por Derecho, Vanessa López

La Comisión Nacional de la
Competencia sospecha que los grandes laboratorios taponan la llegada de
medicamentos genéricos, en principio, más baratos. Sus análisis
preliminares apuntan a que se dan “comportamientos estratégicos que
restringen o retrasan la entrada”, así que van a estudiar el mercado, según contó la semana pasada. ¿Por dónde empezar?
Diversos análisis han ilustrado cómo las farmacéuticas echan mano a
toda una batería de recursos para dilatar la aparición de un genérico
que tire de los precios –y sus beneficios– hacia abajo: la
multiplicación de patentes para blindar un solo medicamento, los
litigios prolongados con otras empresas, la creación de sus propios
genéricos o el pago a fabricantes para que renuncien a fabricar están
entre los más usados. Tácticas que han descrito desde la Comisión
Europea hasta un reciente estudio aparecido en la revista de la Sociedad Norteamericana de Hematología.
Genéricos de marca
Las grandes marcas
comerciales producen y venden genéricos. Y los venden a precios de
genéricos haciéndose con una cuota extra del mercado: la franja que
ocupan los medicamentos más económicos.
Desde luego, viendo el ranking de laboratorios del
sector de genéricos en España en 2016, en la lista general aparecen
dentro de los diez primeros en porcentaje de recetas nombres de gigantes
como Pfizer, Novartis, Sanofi, Bayer o Glaxosmithkline.
El genérico que más se vende en
España es el Adiro que comercializa la gran farmacéutica Bayer. Se
trata de ácido acetil salicílico. Lo mismo que la Aspirina de Bayer
aunque en menor concentración. Se usa para pacientes que han tenido un
episodio cardíaco agudo.
Renovación de productos antiguos
Un laboratorio que está vendiendo cierto medicamento bajo patente
modifica de alguna manera la molécula o la combina con otro principio o
tratamiento para justificar una nueva patente que alargue su
exclusividad. Reverdecen ( evergreening) su principio activo. Así que incluso si algún competidor litiga contra la patente, el proceso se dilata.
En este sentido, un informe de la Comisión Europea explicaba
ya en 2009 que las empresas registran un “gran número de patentes
relacionadas con una única medicina” que, en ocasiones, llevaban a
pleitos con compañías de genéricos. La CE contabilizaba 700 casos que
terminaron con 200 acuerdos donde los grandes pagaban a los pequeños.
Pago por no competir
Las farmacéuticas pagan cantidades a las empresas de genéricos que
podrían suponer una competencia si sacaran productos, una vez que la
patente ha dejado de blindar el medicamento. De esta manera se retrasa
la entrada en el mercado de otras variedades, en principio, más baratas
que las de la firma comercial.
La patronal
de las fabricantes de genéricos, AESEG, se queja de que “la igualdad de
precios” que decretó el Gobierno en un decreto de 2011 y que impide
superar un precio de referencia para los medicamentos con un mismo
principio activo (ya sea comercial o genérico) ha menoscabado la razón
de ser de la medicina genérica que se basa, precisamente, en la
diferencia de precio (más baratos en su caso).
AESEG asegura que la cuota de mercado en España de estos principios
libres de patente está en el 20%, frente al 25% general de Europa, y “un
40% en cuanto a unidades vendidas, muy lejos del 60% a nivel
continental”. Los primeros de la lista son los laboratorios españoles
Cinfa y Normon y el israelí Teva. Sin embargo, la asociación empresarial
no ha contestado específicamente a lo que espera de la investigación de
Competencia.
Igual línea ha tomado la
patronal de los grandes laboratorios Farmaindustria que, de momento, no
planea hacer comentarios. Esperan “a que la CNMC haga el estudio que ha
anunciado”.
Precios y márgenes de beneficio
Sí ha aportado su análisis la directora de la organización Salud por
Derecho, Vanessa López, quien no duda en calificar el plan de la
Comisión de “muy importante” ya que “está diciendo que hay que revisar
el sistema de precios y márgenes donde radica el problema del acceso a
los medicamentos”. En su opinión, en el mercado de los fármacos “se da
un monopolio donde los laboratorios marcan los precios. Tienen la sartén
por el mango”.
López analiza que la
legislación actual permite “extender ese monopolio” mediante la
prolongación de las patentes. “Desde la ampliación mediante pequeñas
modificaciones o combinaciones hasta los denominados certificados
complementarios de protección”. Las patentes pueden durar 20 años, pero
estos certificados permiten prorrogarlas cinco más “para intentar
compensar todo el proceso de autorización sanitaria” que resta tiempo a
la comercialización.
Otra disposición legal a
favor de este sistema es la exclusividad de datos que ampara la Ley del
Medicamento. Esto hace que los laboratorios no deban compartir los
datos del proceso de creación de una molécula hasta diez años después de
su autorización. Sin esos datos, no se puede crear un genérico puesto
que los medicamentos sin patente deben demostrar una equivalencia con el
original. “Esta disposición es propia de la Unión Europea”, recuerda
Vanessa López.
La Comisión Europea explicó
que “estos retrasos son importantes ya que el precio de los genéricos
durante el primer año tras la pérdida de exclusividad fue, de media, un
25% más bajo que el de la marca comercial. A los dos años, estaba un 40%
por debajo". Los precios de las marcas también caen después de que la
entrada de genéricos.
Sin embargo, en su
análisis, la CE reconoce la necesidad de las patentes para proteger la
investigación que hacen los laboratorios aunque la directora de Salud
por Derecho difiere en que “el blindaje desincentiva la investigación:
¿para qué voy a desarrollar otra medicina si puede exprimir
económicamente esta?”
No hay comentarios:
Publicar un comentario