sábado, 10 de marzo de 2018

EL OLOR DE UNA MADRE TRANQUILIZA AL NIÑO

¿Un medicamento cuyo efecto depende del sexo de quien te lo da? Esto parece indicar el resultado de un experimento con ratones de laboratorio en el que se pretendía analizar el efecto antidepresivo de la ketamina, un potente analgésico que tiene también efectos psicotrópicos y que a veces se usa como droga festiva.
El experimento resultó ser bastante sorprendente e inquietante, ya que resulta quelos ratones a los que se suministraba  ketamina mejoraban su ‘estado de ánimo’ (según el modelo usado en el experimento), pero únicamente cuando la droga se la suministraban investigadores varones; cuando eran mujeres el efecto desaparecía. Algo ciertamente inesperado.
Al percatarse los investigadores llevaron a cabo varias pruebas como suministrar la droga en una campana de extracción para que los ratones no pudiesen percibir el aroma del investigador (presumible método para determinar su sexo por las feromonas emitidas); en este caso el efecto de la ketamina desaparecía con independencia del sexo del investigador.
Si se introducían feromonas masculinas (usando una camiseta usada) el efecto reaparecía también con independencia del sexo del investigador. La clave parecen ser las feromonas masculinas.
Se deduce entonces que la ketamina actúa como antidepresivo en ratones, por un mecanismo no bien conocido, pero sólo cuando va unida a indicadores químicos de sexo masculino; un resultado desconcertante que además pone en riesgo años de experimentos realizados anteriormente en los que no se controló el sexo del experimentador.
Si el efecto de la sustancia varía será necesario reanalizar mucho de lo que sabemos de neuroquímica, al menos en ratones. O creemos que sabemos, pero depende del sexo del investigador.

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